Una afiliación automática al sistema de pensiones, más un pequeño aporte del Estado a una cuenta de capitalización Individual, constituyen una estrategia viable para mejorar el montos de la pensiones en Chile.
Fuente: Rincón Financiero.
Una pensión básica solidaria de vejez, para una mujer que accedió a ella el 1°de enero de 2016, a los 65 años, y considerando una esperanza de vida hasta los 90 años, tiene un costo estimado de $ 36.700.000 pesos para el Estado. Esto, considerando un incremento del beneficio anual del orden del 2%. Este es el costo que el Estado asume por cada persona que accede al Pilar Solidario de pensiones, al cual acceden todas aquellas personas que nunca cotizaron y cumplieron los requisitos para obtener el beneficio. Para aquellos casos en que el saldo se agotó prematuramente, el costo estatal es algo menor. Sin embargo, mantendremos el ejercicio en base al primer caso.
Una estrategia de mejora dentro del mismo sistema de AFP
Cuando nace una persona, de manera obligatoria se producen ciertos trámites, sin los cuales, es imposible formalizar la vida civil del recién nacido. Lo primero, es la inscripción en el Registro Civil. Luego vendrá la formalización al sistema de salud. Con eso, el recién nacido quedará cubierto para iniciar su vida.
Pero se podría avanzar más. Si en ese mismo momento se produjese la afiliación obligatoria al sistema de pensiones, sería una decisión muy saludable, ya que de inmediato comenzaría la carrera para asegurar la vejez. Y esto sería de un modo muy sencillo. Veamos.
Si una Pensión Básica Solidaria tiene el costo estimado que ya se ha señalado, ese recurso podría ser aportado por el Estado al inicio de la vida, y no al final, pues es muy costoso. Dicho de otra forma. Si el Estado aportase $ 2.760.000 en un fondo de pensiones, a una rentabilidad real de 4% anual, ese recurso sería suficiente para financiar la Pensión Básica Solidaria a lo menos. El ahorro para el Estado sería superior al 90%.
Esta afiliación, sería automática al nacer, y se enmarca bajo una figura que ya existe, que es el afiliado voluntario, que es cualquier persona natural que no produce renta. Incluso, si sus padres lo desean, anualmente pueden ir haciendo depósitos en esa cuenta y ayudar a asegurar el futuro previsional de sus hijos desde muy temprano.
Incluso, si se hace una proyección, y se une a lo aportado por el Estado, un depósito de los padres hasta los 18 años, a razón de sólo $ 10.000 pesos mensuales, esto proyectará el fondo a un valor superior a los 55 millones de pesos a la edad de pensión, sin que el hijo haya comenzado a trabajar.
En las AFP los trabajadores son los dueños de su dinero.
Si un atributo posee el sistema de AFP es que los fondos son de propiedad de los afiliados, aunque las personas no pueden hacer uso de ellos para lo que desearían, ni retirarlos antes de tiempo. Esto significa que cumplidos los requisitos, obtendrán un derecho a pensión en base a lo ahorrado. El tema del monto, que es muy importante, queda fuera de discusión por este momento. Así, su pensión de vejez, será la consecuencia de sus ahorros, y si hay una invalidez o fallecimiento, la pensión será un promedio de sus remuneraciones imponibles del los últimos 10 años.
Además, si al fallecer, un trabajador no tiene beneficiarios de pensión (no tiene cónyuge, ni conviviente civil, ni hijos menores de 24 años, ni una pareja con hijos bajo su dependencia, ni sus padres dependen de él), entonces los recursos delos fondos de pensiones constituirán herencia. Es decir, la AFP estará en la obligación de devolverlos a quien por ley corresponda.
Por último, si se produce una muerte por accidente del trabajo o enfermedad profesional, la pensión de sobrevivencia estará de cargo del organismo administrador de este seguro, y los fondos de pensiones, en su totalidad, constituirán herencia.
Expropiación de los Fondos de Pensiones:
Ir hacia un sistema de Reparto, aunque la Presidenta de la República ha sido enfática de que esto no ocurrirá, implica abiertamente la expropiación de los fondos de pensiones de las cuentas individuales de cada afiliado. Significa que efectivamente ya no recibirá más una cartola cuatrimestral que le indica lo que lleva acumulado (sea mucho o poco), y que sus recursos, pasarán a contribuir para financiar pensiones de personas que han hecho diferentes esfuerzos, y probablemente contribuya a dar pensión a quien nunca cotizó, o trabajó siempre en la informalidad, pudiendo haber cotizado. Esto significa exponer los recursos previsionales a situaciones como el “Jubilazo”.
Expropiar los fondos de pensiones e ir al Sistema de Reparto, sin duda, solucionaría el problema del presente, pero las generaciones que vienen, que hoy tienen en promedio 40 años, cuando se pensionen, tal vez no dispongan de los recursos suficientes. En 20 o 2 años, los recursos del actual sistema de pensiones (Unos 160 mil millones de dólares), se habrán acabado, y si consideramos que los trabajadores activos son los que financian las pensiones de los pasivos, entonces el sistema entrará en crisis, debido a que cada vez nacen menos personas en Chile, lo que implica que en el futuro habrá cada vez menos trabajadores que aporten a este Fondo de Reparto.
Solución:
Sin duda, el movimiento NO más AFP equivoca su camino cuando promueve el término de las AFP, ya que de ser así, expropiaría recursos que son privados, que pertenecen a cada persona y que tienen por objetivo financiar pensiones que son la respuesta al esfuerzo de ahorro de cada uno, más allá de sus montos, que sin duda deben mejorar.
La solución, entonces, pasa por perfeccionar el sistema en sus bases, modificar los parámetros y las fórmulas de cálculo, incrementar los ahorros individuales vía mejores incentivos tributarios, y comprometer aportes del Estado (como los aportes que realiza al Seguro de Cesantía) y a los empleadores, como lo indicado por la Presidenta de la República de establecer una cotización complementaria de 5 puntos porcentuales.
Por último, una solución muy potente, pasaría por fomentar la afiliación al sistema de pensiones de manera automática al momento de nacer. Esto, sumado a un aporte de un millón de pesos el el día del nacimiento, permitirá la construcción de saldo base, que ayudará al ahorro necesario para construir pensiones suficientes en un sistema perfeccionado.